Las y los habitantes de la parroquia caraqueña “somos y seremos revolucionarios, combativos, rebeldes y defensores de nuestro proceso socialista y bolivariano”, aseguró Juan Contreras, uno de los dirigentes del sector.
“El 23 de Enero es la parroquia emblemática de la Revolución de nuestro país. Lleva 53 años de resistencia y combate, es un ejemplo digno a seguir”, así comienza su relato Oswaldo “Canica” Jiménez, presidente del Partido Revolucionario Tupamaro a escala nacional, una coordinadora cultural, política y social nacida en el seno del 23 de Enero y hoy extendida por todo el país.
“En el año 1957 comienzan las luchas en Venezuela, de cara a derrocamiento de la dictadura de Marcos Pérez Jiménez y precisamente el diciembre de ese año ya estaban las piezas listas para el 23 de Enero. Para el derrocamiento del dictador jugó un papel importante el Partido Comunista de Venezuela (PCV) así como la Unión Republicana Democrática (URD) y la militancia de base de Acción Democrática (AD). El 23 de enero el dictador huyó de una manera cobarde al ver al pueblo levantarse en su contra, cansado de sus atropellos”, dijo.
Canica recordó que, después de la salida de Marcos Pérez Jimenez, se conformó una Junta Patriótica que duró un año y luego, las primeras elecciones fueron ganadas por Acción Democrática (AD).
“Con una serie de irregularidades AD llegó al poder, pues el país no tenía cultura electoral. A través de una serie de tramoyas Rómulo Betancourt asumió las riendas del país. Fue en ese momento cuando comenzaron a organizarse los grupos en el 23 de Enero y sus luchas”, comentó.
El líder del Partido Tupamaro explicó que la urbanización 23 de Enero, nunca fue inaugurada por autoridad alguna sino por el propio pueblo y las llaves de la gran mayoría de los apartamentos fueron repartidos por los representantes del Partido Comunista de Venezuela que organizó a la gente que hizo resistencia contra Pérez Jiménez y ese día de 1958 protagonizó el levantamiento.
“Los camaradas que vinieron a vivir a la urbanización no invadieron, acá todo se desarrolló de manera organizada. El padre Soto, miembro del PCV, encargado de la iglesia Asunción en la zona F del 23 de Enero, entregó las llaves de los inmuebles”, comentó.
El PCV, explicó el vocero, fue el partido encargado de organizar la lucha en los primeros tiempos, ante se que se fundaran las diferentes coordinadoras de la zona.
“Cada movimiento y colectivo que hace vida en el 23 de Enero tiene su programa político. Por ejemplo, el partido Tupamaro tiene el compromiso de la revolución: el socialismo. Nacimos cuando la parroquia fue invadida por el delito de narcotráfico, como una opción para erradicarlo. Para dar respuesta las arbitrariedades que se cometían en nuestros espacios y para la formación política de nuestras nuevas generaciones. Somos leninistas y marxistas. Este partido nació como movimiento, y de él se desprenden el resto de los colectivos”, agregó.
El presidente del partido Tupamaro recordó, también, los hechos del 4 de febrero de 1992 y la participación popular de los habitantes de la parroquia.
“Esta fecha de nuestra historia reciente marcó, además, la discusión sobre la necesidad de adelantar una revolución pacífica, como la que vivimos en este momento”, asintió.
Canica manifiesta que la parroquia 23 de Enero es y seguirá siendo una zona combativa, de resistencia, bolivariana, socialista y defensora del proceso y del gobierno del comandante presidente Hugo Rafael Chávez Frías.
“Hoy en día el 23 de Enero es la vanguardia de todas las parroquias del país, porque ha enmarcado la lucha revolucionaria. Además, es ejemplo de organización comunal. Ahora nos toca seguir forjando la inclusión y participación, siempre en articulación con las bases y acompañando a nuestro líder Hugo Chávez”, concluyó.
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